sábado, 28 de noviembre de 2009

TANORÍA


La sangre llena de un olor grumoso
tras el filo del corte salvajemente educado,
la luz se desploma como cuerpo fulminado
cayendo las hojas testigos mudos de doliente.


Si el mundo abriera de par en par
un velo custodiado,
y la sombra de mi cuerpo fuera ya final,
¿Daría por bueno lo humanamente discernido?


¡No ves,amor, este dolor hundido
en el alma diluida por el baladro,
relámpago de lo ido dejándome solo
en la ceniza que cubre lo que fui!


La espada cumplió y no se amedranta,
la mano firme en la empuñadura, no vacila.
Escapar es imposible, morir aún más es el desastre
que refuta lo frugal del destino...
tanoría.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

TREINTA DE NOVIEMBRE, a mi padre


Todos los nidos ocupados,
y un pájaro
afín al insomnio,
revoletea confuso
con un miedo de infante confuso,
perdido en casi noventa escarceos,
todos de misterio,
un día de San Andrés.

sábado, 21 de noviembre de 2009

HOLOCAUSTO


Imaginen la mar inacabada,
un sólo cuerpo unido al firmamento,
y que la estrella, oíd tan azulada
descienda al horror ensangrentada,
estremecida ante inútil sufrimiento.


Mi error seguro el haber nacido,
sin dignidad, patria, oíd sin nombre
no se de mayor odio conocido
el semejante por su igual perseguido,
y tan magna obra toda del hombre.


Una pesadilla el resto de la vida,
que es toda por ser el dolor temprano,
el sueño será, oíd permanente huida
y si por casual tu sombra descuidas,
que esté lejos el puñal de tu hermano.

domingo, 15 de noviembre de 2009

AMOR PRIMERO


Te hallé amada mía
y aún dormías abrazada serena,
a la cascada colosal y segura,
errante en hermosura una tarde gris
casi mortecina,
por los arenales hirvientes
del deseo y la esperanza.
Te hallé amada mía
en lo inmutable de los días,
en la hoja arrancada al almanaque, estupefacto
por el nudo que sujeta
esta soledad, de llanto
de cólera,
de templo profanado.
Te hallé amada mía
y no me viste llegar gozoso,
desvalido en esta fatiga, de otear
el horizonte,
de tu figura desvanecida
por la ventisca otoñal,
tapada entre hojas diminuta
como gacela radiante, que se sabe
imperturbable.
Te hallé amada mía
y me sonreíste largamente,
antes de caer a tus pies, pedí la ambrosía
y me la negaste,
es tan grande el olvido,
tanto tiempo en sueño esculpido
que ya eres otra,
y yo no soy el mismo,
dejé mi amor por el camino,
por los años perdidos
en regresos insondables.
Te hallé amada mía
pariendo madrugadas,
transitando la junquera,
en la memoria rota
por este derrotero, ya más resignado
ya más viejo,
ya tiritando enero.
Te hallé amada mía
y quise morir al instante,
cuando el rayo atravesó mi alma
sin poder decirte siquiera,
te amé,
te olvidé, te perdí
ya eternamente.

jueves, 12 de noviembre de 2009

EN TÍ


Un invierno que delira
y al que recibo enojado,
junto a la sementera
avivo un buen rescoldo.
Ya se fueron las golondrinas,
y el olivo fascinado
vomita con desmesura.
No existe la tarde,
todo el tiempo es despedida,
la nieve cubre de blanco el arrayán,
al río le han salido ojeras de algodón,
la labranza de cristal se ha vestido,
todo está empapado de tiritones,
¡quien pudiera retener la paja en el sombrero!
Norte que al cerezo magnificas,
mareada la veleta indecisa,
desata el mar su cólera sudada,
por ventanales fabrico a mi amada...
pero en tí, sigue estando la primavera.

lunes, 2 de noviembre de 2009

DESPEDIDA


Es posible que la tierra te cubra,
que la cal dilatada te aleje, es probable
que la fotografía palidezca de frío,
mas no será relegado, el silencio
que tras la vuelta al paraíso,
te devuelva a su ser.
A la luz del otoño dormido en tu nácar
le seguirá otra llama que viene del relámpago,
y la piedra imantada se tornará mármol refulgente.
Nadie muere si otro no quiere,
tu ausencia sólo es vagabundear, por el corazón
de los que te aman.