viernes, 26 de febrero de 2010

HOMBRE DEL CAMPO


Ya muy tarde,
casi al anochecer,
ya el sol rojizo y esquivo,
ya la sementera al relente,
ya encendidos los granados
en fresquísima sazón,
y lleno el corazón,
de un otoño impenitente.


Vuelves hombre del campo,
cansado pero contento,
vienes hambriento,
sediento de primavera,
de gozo eterno.


Tendrás un minuto para que ames,
y el tiempo que cercena la esperanza,
el rostro arrugado,
pegado el cuerpo al suelo,
sin que pasen los siglos,
la vida ya torcida por la intemperie,
un aliento robado a la premura,
y el ademán ya sin tibieza y firme
en el deseo de quien espera,
radiante otro día que te glorifique.


Atrás queda el eco que anuncia el fin,
acaso un graznido rezagado,
queda un sudor de sangre
el ser pequeñito e inmolado.


Así es tu vida,
siempre cercana a la tierra
que te coge estremecido,
uncido al surco y a la grama,
tantas veces en el olvido
y hoy como mañana,
por siempre redimido.


Hasta que la blancura compartida
de este recinto que arremete,
te de la tierra final
que siempre te reclama,
y ahora te pertenece.

viernes, 19 de febrero de 2010

UN RUEGO


La distancia que se desgrana
es la que menos importa,
porque saber que se llega
es como morir queriéndolo.
Tras la debilidad
que acumula la flaqueza,
ríos de espuma envolvente
y cien caballos inalcanzables.
Si es azaroso el descalabro,
enajenar al adoquín que espera,
no sirve mas que para lamer
la sangre que se nos va,
y nos deja sin vida,
y en el camino sed,
con la sed el delirio
que nos cansa y nos hace entender...
lo lento del auxilio.
La casa sola,
el campo solo,
solos los pájaros,
la lluvia,
no, no diré que no me importa
la indiferencia que me restituye,
a galopar y no dejar de hacerlo,
huido, herido
olvidado sin desearlo,
sin merecerlo inaceptado
pero libre,
al fin yo libre,
de toda mano libertadora.

sábado, 13 de febrero de 2010

MI SUEÑO


Que mi sueño
ya no es mi sueño,
es sólo un sueño
si soñado fue,
a cobijarse en los andenes descuidados
de la memoria soslayada.
Sueño sin frontera,
de impenetrable reducto,
de trasnochado devaneo,
de latitudes insaciables.
Que la aurora lo magnifique
desde el imperturbable cosmos,
no lo reclamaré nunca,
tiene que aparecer ya mustio
a parajes inauditos,
al necesario silencio vital
de consignas conspiradoras,
de razones sin violencia.
Tengo que poseerte ahora,
para avisarte,
para detestarte,
a lograrte y entregarte
mi premisa salvadora.
No sabes de piedad a veces,
como ráfaga de humo vienes,
como lirio de abril te vas,
que mi sueño
ya no es mi sueño,
ya pertenece al sueño,
si es que soñado fue.

sábado, 6 de febrero de 2010

A MI MADRE


, eres mi todo rosa temprana
mi arena, mi barro o arcilla
me moldeaste con tanto amor,
que temo se rompa la magia de tus manos,


cuánta amargura callada, cuántas
lágrimas derramadas sin ser vistas,
me diste la vida, madre
y no te debo nada,


te acuerdas, madre
cuando cargabas con mis años enfermos
y nunca estabas cansada,


una acera empinada,
alquitrán rebelándose a la canícula,
tus pies los quiero ahora.


TUS OJOS NEGROS, grandes, inocuos
de gacela en alerta, nunca sorprendida,
vendiste tus manos al dolor
para apaciguar al mío,


sembradora de paz y armonía
hiciste de la tormenta melodía,
de mis noches oscuras...
luz y camino de sueños hermosos,


siempre te encontré en lo inmutable,
en la transparencia,
en la penumbra de mis desolados días,


me subiste a tus alas
mariposa centelleante y celeste,
¡ que necesarios tus besos!