miércoles, 29 de septiembre de 2010

MUSAS


Hoy no acierto con el trazo,
mi escritura desfallecida
pende de tu voz y me convida
a dormir profundo en tu regazo.

La mano temida de zarpazo
quiebra la luz en estampida:
a la edad azul más temida
que me aleja de tu abrazo.

Y me veo cara a cara
la muerte que suplicara
al verbo que se arremolina;

junto a la musa marina
la noche que replicara
a mi soledad cristalina.

sábado, 18 de septiembre de 2010

CERTEZA


Me voy alejando anaranjado, en soledad
y solo, porque si la lluvia repiquetea, una luz
colmará en calma la purpurina de la tarde,
atormentada de edad conseguida
tras el cristal cóncavo,
donde el vigía se hace hombre
y el hombre un nada, en el universo
esbozo acuciante en un cuadro por soñar,
y así enjuto y curvado
hasta mañana quizás, agonizante
vuelta al redil, la quimera
¡oh amor derrotado!,
... por tanta certidumbre.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Lluvia, "Para Elena sin prisas"


Tan cerca estabas,
en el monte que que proveía,
la viña del abuelo
supo de ti,
de tus deliberaciones.
Mañana de niebla, la marisma
invoca y alimenta en los días perdidos.
Pero cada vez que pasabas,
¡oh maravilla!,
las cosas cambiaban,
todo era diferente,
seguidamente el cielo
se abría de par en par
y cogía en su seno
la fortaleza recobrada,
el ánimo perdido,
y todas las llamadas del mundo.
A la salida de la escuela
un día entero, y otro...
tantas veces dejaste al panadero indeciso
mientras padre con la azada a cuestas,
se peleaba con los designios
de la naturaleza.
Y tras tu marcha requerida
siempre tardía, igual que tu llegada
dejabas un olor de futuro, de vida
gorrionera cobardía
y el horizonte se tornaba en siete colores,
sabes bien que si no llegas
... me niegas el arcoiris.

sábado, 11 de septiembre de 2010

HIJA DE LA CARRETERA


Campos de miscelánea,
que regaláis siesta,
si, llano y cuesta
alabarda de borrico cansino.

Cadenas chirriantes
la guerra,
zumo óleo que la espabiláis,
pintura ácrata de reclamo embriagado
pone clavo y alambrea,
en la noche más criminal.

¡Que socavón, la cuneta!,
cual gigante en desequilibrio
que caído adquiere,
su valor alquilado.

Tú sabes que comer cuesta,
por eso pinares quejumbrosos,
troncos mudos y solemnes,
yo protestaré al hambre epidérmica
y aunque quisiera,
no podría sostener, tu pesada cruz
que danza.


lunes, 6 de septiembre de 2010

SI PUDIERA


Si pudiera,
te daría savia de nuevos tallos,
cuatro cisnes con ojos de niños,
por eso me cuido
de no pisar las junqueras.

Si pudiera,
ser la espiga que adormece la luna,
viento sin reproche de testigo
que eleve el sudor del hombre,
o simplemente pasea ante las arrugas del otoño.

Si pudiera,
te daría mi vida entera,
la lucidez de los trigales, más allá
del granizo que arde en la palma de tu mano
cubierta de amapolas que escuchan,
... si pudiera.