jueves, 24 de enero de 2013

MI PRIMA PAQUI


 



Y si este dolor persevera
más allá de la lluvia que cae
como una mitad excluida
en el pavor de un vuelo efímero,
no será porque no es necesario,
ni justo cuando apenas todo empieza.
Ya la piedra se acostumbra
al frío que no acata dobleces,
ya los pájaros velan inertes
la estancia del tiempo y su perplejidad,
y las hojas que amontona el aire
se apresuran y no hallan su condición de huésped.
Como explicarlo,
si el dolor se duele y muda
a un mañana con agujero exacto,
como si de pronto levantara
una bóveda glaciar y placentera.
Ya es todo pulcritud redimida,
toda tú mientras escampa
junto al regazo de tu tata Isabel.
Llegará el día y la noche persistentes
en un rito inexorable y balsámico,
cuando los vencejos crucen la linea justa
donde se vence al tiempo,
al tiempo en la memoria derrotado.
Para llegar a
ya no hacen falta andamiajes,
solo disponer al corazón
y colmarlo de tu primavera.