miércoles, 31 de marzo de 2010

RESIGNACIÓN


Padre ya tengo preparada la yunta
y los músculos bien tensos,
dirígeme en la borrachera,
por donde yo me iré dejando
las ganas de sol poniéndose,
arrugas de andar molesto.
Tengo engrasada el alma
y renovado el aliento,
cabello multicolor,
sal en las mejillas.
De fango mi cara enfangada,
de irreverente sudor mi ropa sudada,
quien supiera de arrojo y trenes
entre resacas dulces e interminables.
No se si me saldrán derechos
los surcos que cansan mi carne,
la frente llevo llorando
entre cobardes de trabado silencio.
No se si me nacerá el esfuerzo
al estar lidiando a un toro inmenso,
el que sacude su asta
para matarme cada día en su terreno.
Y se cubrirán de amapolas rojas
los latigazos que que hoy recibo,
escarbando en la escarcha estoy
tanteando al arado retorcido.
Tampoco se si el verano se pondrá de mi lado,
si llegará a mi resentido,
cuando se me hayan roto los zapatos
de caminar siempre por el mismo sitio.
Si vienes ha buscarme algún día,
me encontrarás pudriéndome al sol,
como remiendo gastado de arañar
en el tonel de sangre despavorida.
Regada tengo la estampa
que se me repite como ardor templado,
sé que llegará el frío de enero
y le faltarán tejas a mi tejado.
Perderá el árbol sus hojas,
la luna aparecerá temprano
y por el camino angosto de piedras,
la carreta con mis huesos vendrá herida.
Padre, ya he dado de beber a las dos
y aún se me resiste la espina,
entre los juncos y el zarzal,
entregaré contento mi vida.

6 comentarios:

Elena dijo...

Cuánto amor en tus versos Luis.
Siempre que te leo me recuerdas a Miguel hernández.
No se pueden decir más bonitas las cosas del campo.

Un beso.

Paloma Corrales dijo...

Maestría y precisión en la cantidad de imágenes visuales y sensoriales que dilatan el tiempo con la dureza del trabajo en el campo... precioso.

Un beso.

Ps. sueño, no podría vivir sin sueños ;-)

Luis Sánchez García dijo...

Elena, Con pizarras gastadas por la lluvia,
y la niebla, y los pasos, han trazado,
para mi, nadie sabe cómo,
el campo de mi vida, lo que soy.

Un abrazo grande amiga.

Luis.

Luis Sánchez García dijo...

Paloma, En algún sitio tienes que quedarte,
que tendrá su final, que acabará,
que no dejará rastro, cuando alguien
encienda, al fin, la luz y me despierte.

Un beso.

Luis.

Tatiana Aguilera dijo...

Siempre que leo éstos escritos donde condensas las labores del campo, me recuerdo a mi abuelo, su caballo, sus espuelas, su arado...Es un trabajo duro, fébril, de mañanas al alba y de atardeceres lluviosos.
Un abrazo Luis, de a poco retorno a mi casita virtual. Agradezco tus palabras por mi recuperación.

Luis Sánchez García dijo...

Me alegro mucho por tu regreso y sobre todo de que te encuentres bien.
Taty, mi patria es la infancia nacida en el campo, la única edad que merece ser defendida a ultranza del tiempo y su ignominiosa certeza.

Un abrazo enorme.

Luis.