viernes, 19 de febrero de 2010

UN RUEGO


La distancia que se desgrana
es la que menos importa,
porque saber que se llega
es como morir queriéndolo.
Tras la debilidad
que acumula la flaqueza,
ríos de espuma envolvente
y cien caballos inalcanzables.
Si es azaroso el descalabro,
enajenar al adoquín que espera,
no sirve mas que para lamer
la sangre que se nos va,
y nos deja sin vida,
y en el camino sed,
con la sed el delirio
que nos cansa y nos hace entender...
lo lento del auxilio.
La casa sola,
el campo solo,
solos los pájaros,
la lluvia,
no, no diré que no me importa
la indiferencia que me restituye,
a galopar y no dejar de hacerlo,
huido, herido
olvidado sin desearlo,
sin merecerlo inaceptado
pero libre,
al fin yo libre,
de toda mano libertadora.

8 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

Luis:
No sé si tan libre estés, los recuerdos siempre queman la piel. Aunque la distancia -con los años-nos den su alentadora mano, siempre el sopor de la nostalgia nos invadirá.
Muy bello amigo mío.
Besitos.

Elena dijo...

Hola Luís.
Es difícil zambullirse en el pasado y no salir lleno de arañazos.

Besos.

Luis Sánchez García dijo...

Taty, ha pasado el tiempo, y continuo llevando los ojos doloridos, algunas veces de una manera casi sistemática, inmensamente ausentes.

Gracias amiga de Chile.

Abrazos.

Luis.

Luis Sánchez García dijo...

Elena, me siento a veces en una soledad que se quedó velando músicas que insinúan, pero apenas terminan de decir lo que quieren decir.

Un beso de Febrero.

Luis.

María dijo...

Un placer llegar hasta ti, y leerte, precioso poema, me ha encantado. Un fuerte abrazo y feliz domingo.

Luis Sánchez García dijo...

María, gracias por seguirme y pertenecer a la Ataraxía, por acompañar mis sensaciones en su lenta mordedura al durísimo cuarzo de la noche.

Un abrazo grande.

Luis.

Lola dijo...

Vuelvo..., vuelvo por aquí y, es la falta de tiempo o quizás el exceso de trabajo, quién no me deja recrearme en ésta tranquilidad.


Por qué volvéis a la memoria mía,
tristes recuerdos del placer perdido,
a aumentar la ansiedad y la agonía
de este desierto corazón herido?.

(Preciosa estrofa de un poema de José de Espronceda).


Quédate siempre con aquellos recuerdos que te han dejado un sabor dulce y duradero.


Un abrazo, Luis.

Luis Sánchez García dijo...

Lola.
Y no hallando el porqué, aún más se atreve
mi insomnio en lo dispar: lo que eternizo
y es fuga nada más: aquel bautizo
de fuego en el amor, más tarde nieve.

Un abrazo muy grande, y no te canses.

Luis.