domingo, 15 de agosto de 2010

PREVISIÓN


Qué mano no acaba implorando.


Tu corona envuelta de frío,
no me amilana y desconfio
del poder en haz resucitado,
sigue así lo estas logrando,
que no entre el sol adyacente
de lleno en mi blanca frente,
por este río amotinado.


Qué lugar dispone al hombre.

El sabor de la fruta incosechada,
no se promete como almíbar salvada,
el gusano se adentra en su entraña,
perdiéndolo todo hasta el nombre,
así acostumbró el amor mi suerte
quererte después de la muerte,
ya mi cuerpo asesinado con saña.


Qué grita la rociá sin memoria.


Templa el acero vertiginoso,
un cáliz que rezume vigoroso
cual agua fiel a la corriente,
caudal que rescinde a la gloria,
así camino por lo que reniego
sólo como teme el ciego,
ver al verdugo de repente.

4 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

Cada vez que te leo, es sentir la calidez del verso de Lorca.
Un abrazo amigo.

Lola dijo...

No dejes nunca de crear poesía, amigo Luis.

"...La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa..."

José Hierro



Un abrazo.

Luis Sánchez García dijo...

Taty: Gracias ahora en este segundo de nieve.

Un abrazo, Luis.

Luis Sánchez García dijo...

La poesía, si la encontrara al doblar la esquina,
contemplando el avance de la nada,
esa luz colgada de una ventana sin cortinas,
o contemplando como caen hilillos rojos,
de los labios de la aurora.

Te abrazo, Lola.

Luis.