De este sueño que no acaba
sólo se el principio,
que una tarde cualquiera
sonó tan llena que se ahogó
bajo la hoja enmudecida
que no termina de caer del todo,
traspasó lo permitido y se desvaneció
como el humo lo hace siempre
finísimo casi imperceptible.
De este sueño que no acaba
solo se el principio.
2 comentarios:
No te lamentes, si los sueños acaban porque se cumplieron, te quedas sin sueños.
Un abrazo Luis.
Elena, los sueños nunca se cumplen, por eso soñamos.
Se desposaba a la almohada esmeraldina,
más mi sueño, y tu sueño
como un toro de olvido,
en ser un esplendor se obstina.
Tu lo sabes bien, un abrazo.
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