sábado, 26 de febrero de 2011

MAMÁ DAME AGUA


Pensé que dormía profundamente mi sueño,
sin desvelos ni dobleces la existencia,
que penetra alentado en su empeño,
el relámpago del ser en inminencia,  

el cuerpo extenuado y sin conciencia
que se entregó sin reparos a su dueño,
reta a la mortaja con insistencia
redil de gozo y tirantez de ordeño,

pensé que solamente era un sueño,
que estaba cumplida la penitencia,
que bastaba con fruncir el ceño,
que si muerto ya hay sentencia. 

4 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

Luis:
Una entrada como acostumbras, en tu estilo. Nos regalas poesía intimista y pura, muy tuya, con tu sello y esencia.
Un abrazo amigo.

Elena dijo...

Una vez más te felicito por tus letras.
¿Tienes publicado un libro? es fantástico.

Perdona mi retraso, estuve de viaje.
Un abrazo.

Luis Sánchez García dijo...

Gracias Taty, me alegra verte por aquí de nuevo.
Escribo para no renunciar a la esperanza, como Domingo Zárate "Cristo de Elquí" en mi desierto particular.

Un abrazo amiga mía.

Luis Sánchez García dijo...

Elena, sí tengo publicado un libro, la portada aparece en la imagen de la entrada, en cuanto a que te perdone faltaría más, soy yo el que te doy las gracias:

Por recoger, poetas mortales,
por la luz que da tu cara cuando sales,
la cortesía de los atabales.

Un fuerte abrazo.