Ahora que mueren los niños,
con su inocencia de niños
y los ojos de hombre sin serlo,
tenéis que gritar madres del mundo
para restituir al vientre denigrado.
Ahora sólo deseo perdonar,
por el crimen cometido
y apretarte fuerte la mano,
la que toca la frente del hijo
ya vacía de décimas celestes.
Ahora que los niños no despiertan
a la hora de ir a la escuela,
y les espera inútil el desayuno,
temblad horrores de la guerra
ya sin lápiz ni onomástica.
6 comentarios:
Tremendo Luis.
Un abrazo.
Luis:
Sé que cuando ingreso a tu espacio,la poesía me dará la mano, y que mi mirada se agolpará en tus versos. Hoy como siempre, lo he corroborado.
Un abrazo poeta.
Siempre me ofrece algo nuevo tu poesía, hoy me desgarra el corazón.
Un beso Luis.
Paloma: Una lágrima en el pecho, dos balas en la mirada,
recolectando todos los gritos, todas las descargas,
con un velo brillante
que niega la posibilidad del olvido.
Un beso largo de encuentro.
Luis.
Taty:
Sé que cuando al mundo salgo, apareces siempre desde tu impecable corazón de encaje,
avanzando un blanco intacto
hasta la curva de mi copa
para llenarme la memoria,
y los sentidos,
con licor de eléboro.
Un abrazo grandote.
Luis.
Elena, amiga incondicional de la Ataraxía, cada vez que llegas.
Te siento como un regalo de los escuadrones de Elfos,
y tu presencia, inundación de ribera,
me sube, ahogando sin prisa
la almendra baldía del olvido.
Un beso chiquilla.
Luis.
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